LE MAT

No existe el futuro, solo el presente despierto (o dormido) . No podemos adivina el futuro, no lo sabemos, sería “pagano” –incluso hablando cristianamente- hacernos predicciones , sería un placebo o ilusión lúdico-infantil.

El tarot habla de la vida, del hoy, del presente despierto y sobre todo, del presente VIVO . Sus veintidós arcanos mayores relatan enseñanzas divinas( o humanas) , orientan y nos permiten identificarnos para obtener una respuesta sobre nosotros mismos.

Un sistema de símbolos que envuelven a quien acude a a la poseía arcana. Lo hace vibrar y aceptar una parte que había ocultado de su Yo , algo vergonzoso, prohibido, oscuro o bello , gentil y sincero.

Es un espejo, en el cual el consultante debe verse a sí mismo y preguntar a su Yo interno sobre el presente, debe decidir “enfrentarse” a sí mismo para después comprobar que aquello no era una batalla sino un baile.

Siempre habrá una respuesta, el azar no permite asomos , ya que éste no existe. Los causalidades significativas , “gráficas” o presenciales no existen , todo forma parte de la danza de la realidad, un causa-efecto ordenado ( aunque accidentalmente no parezca) , donde cualquier acontecimiento sucede por algo, para agitar, transmitir una enseñanza, hacer nacer, transformar…

Y el intérprete solo se encarga de transmitir la enseñanza propia de aquel grafismo, codifica un mensaje dirigido al racional y al inconciente, pretende unir o abrir una relación , agitar ( en la medida correspondiente) la conciencia del consultante y entre ambos generar una solución, una propuesta, palabras y actos que sanen el presente.

Es así como empieza el viaje del loco (Le mat)