Saut lucide, el salto lúcido , más que un proyecto, una especie de “vacación” , un pseudos retiro espiritual o un “aislamiento social”, es una experiencia en la cual se vive el presente, se respira, se conoce y se toma conciencia de éste. Bailan el lenguaje racional con el onírico y crean un significado en conjunto.
Hoy somos tres personas en este viaje o mejor dicho; ritual, en el cual cada día ( o por lo menos la gran mayoría de ellos) abrimos nuestras conciencias mediante la meditación , el parkour , kung fu, las artes y la creatividad. Aprendemos como “aprender”, aprendemos a “hacer” a disfrutar cada movimiento, momento y sobre todo vivir lucidamente el presente, el conciente y el onírico.
Descansamos cuando tengamos que descansar, dejamos a un lado vicios, nos liberamos poco a poco de las ataduras socio-patológicas sin tener que encadenarnos a otras. Perdemos miedos día a día, proponemos respuestas , conocemos , nos preparamos, vivimos (aquí la vida es VIDA) . Cuerpo, mente , alma trabajando en conjunto, danzando en conjunto, alegres, lúdicas, vibrantes, apasionadas, despiertas.
“Algún día saltaremos un edificio completo ( tal vez) , pero por lo pronto hoy entrenaremos para mañana llegar ahí…” Esa es la idea que impera en nuestras cabezas desde que nos levantamos. Llegaremos del punto A al B , de ahí al C y quien sabe, más lejos todavía y cuando hallamos subido tanto y no quede donde ir, entonces saltaremos al vació ( o al todo) y encontraremos nuevos lugares que recorrer.
Hoy entrenamos en la playa ( en Manzanillo , su casa) , mañana entrenaremos en otra parte del mundo y sobre todo, haremos lo posible para sanar aquella área , aquellas personas que nos acompañen y decidan unirse al saltar , o mejor dicho , a vivir lucidamente.
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